Reflexiones...

Aunque sea duro para mí, y se me haga muy difícil, creo que es lo mejor para todos.

Sentir esa envidia hacia otros, cuando se divierten, sonríen, y echar de menos esa sensación.

Hasta ahora, he vivido pensando que perseguía un sueño, algo que alcanzar y que me gustaba, pero me he ido dando cuenta de que estaba equivocada. He perseguido toda mi vida una diversión, y creo que la mayoría de mis compañeras nunca llegarán a entenderlo. Tal vez porque jamás de han divertido verdaderamente en la cancha. Y pensando mucho, me he dado cuenta que para conseguir lo que quieres, debes de rodearte de gente luche por lo mismo que tú, que te entienda y que te apoye. He llegado a la conclusión de que he venido a parar al lugar equivocado. Un lugar donde tal vez sean las personas necesarias para jugar una liga, y físicamente haya equipo, pero en el que no hay rastro de ese sentimiento que da unión, y que te hace avanzar hacia delante, y que tal día como hoy, he echado de menos.

En este sitio, soy la oveja negra. Sobro, me atrevería a decir que incluso estorbo, y la verdad que no me sorprendo de ello, simplemente porque no saben vivir esta situación como lo hago yo, y no les culpo de ello. Basta de malas miradas, de gritos, de mandar a callar, y de malas caras, lo odio. Tal vez me de cuenta de todo esto demasiado tarde, pero más vale tarde que nunca.